jueves, 6 de octubre de 2011

Hasta siempre, Steve

Vivimos cada momento avanzando por el camino que se nos presenta, sin saber cuándo llegaremos al final, inspirados por otros cuyo modelo guía nuestros pasos. Cuando esos modelos desaparecen, sus huellas perduran para siempre, para que puedan ser admiradas por los que lleguen después.

Mantente hambriento, mantente ingenuo. Nos has enseñado mucho, Steve. Porque si en este mundo ha habido gente como tú, como Einstein, como Da Vinci, no hay excusa para que no vivamos cada día dando lo mejor de nosotros mismos, intentando dejar un mundo diferente del que nos encontramos cuando llegamos aquí.

Porque aquellos que están lo bastante locos como para creer que pueden cambiar el mundo, son los que lo hacen.

Hasta siempre, maestro.