sábado, 27 de octubre de 2007

Ubunteando

Si el lanzamiento más importante de este mes ha sido sin duda alguna Mac OS X Leopard (que mi iBook se queda un poco corto para hacer correr, así que tocará esperar a que mi hermano decida actualizar su MacBook para echarle un ojo), no hay que desmerecer el lanzamiento de Ubuntu 7.10 Gutsy Gibbon.

Ya he comentado en algunos posts anteriores que mi distribución Linux favorita es PCLinuxOS (que además utiliza KDE, mi entorno de escritorio favorito, en lugar de Gnome), pero el fenómeno Ubuntu es difícil de ignorar, y desde luego que cada vez que sale una versión nueva me la instalo para ver cómo va mejorando el proyecto.

Desde el mismo día en que pusieron a disposición de la gente el servicio ShipIt para encargar de forma gratuita CDs de Gutsy, pedí los míos (Ubuntu y su versión KDE, Kubuntu, tanto para 32 como para 64 bits). Aún no me han llegado, pero quería probar esta versión, y como soy un poco tacaño como para tostar un CD con algo que me va a llegar mucho más bonito en unos días, pues decidí simplemente instalar la versión anterior, Feisty Fawn, desde uno de los CDs que tengo, y usar la opción de actualizar a la última versión que trae.

Cuando me lleguen los CDs, haré una instalación "limpia" del mismo en mi portátil, y pondré aquí paso a paso los pasos que he seguido para configurarlo y dejar todo bonito. Cuando lo instalé hace unos días, me propuse intentar aguantar dejando el escritorio por defecto que trae, pero hoy ya no podía más y lo he tenido que cambiar.

En primer lugar, cambié el tema de escritorio por Pulido, que es muy similar al ClearLooks, el tema por defecto de Gnome, pero con unos colores algo más brillantes. Sólo este cambio ya mejora y con mucho el aspecto de Ubuntu, y es que sigo manteniendo que el tema Human es feo con ganas.

Otra cosa que no me gusta de Ubuntu (y en este caso se puede extender a Gnome), es que tenga una barra en la parte superior de la pantalla, con el menú principal, los iconos de acceso directo, el reloj, etc, y otra barra en la parte inferior con la lista de ventanas. Sinceramente, creo que la lista entra perfectamente en el espacio libre que queda en medio de la barra superior. Así que nada, agrego los elementos de la barra inferior a la de arriba, y la borro. Ahora tenía dos opciones: bajar la barra a la parte de abajo, como estoy acostumbrado en Windows, o dejarla ahí y usar la parte inferior para probar Avant Window Navigator (AWN), un dock muy similar al que trae Leopard.

La verdad es que no soy muy partidario, cuando uso un sistema operativo, de darle a su escritorio un aspecto que imite a otro. Quiero que Windows se vea como Windows, OSX como OSX, Gnome como Gnome, y KDE como KDE. Cuando veo capturas de pantallas de los escritorios de otros usuarios de Linux, veo continuamente imitaciones del estilo Aqua de Mac (que por cierto, no he visto
ninguna que iguale al original). Pero el AWN se está muy muy popular entre los usuarios de Ubuntu, y la verdad que me encanta el dock de Mac OS, así que lo instalé para probar. Lo cierto es que emula bastante bien el original de Mac, aunque parece algo menos responsivo, y aún le falta madurar (cuando se agrega un nuevo icono, a veces los otros se vuelven blancos unos instantes antes de corregirse, durante el arranque se dibuja de forma rara, etc).

Y por último, le puse un fondo de escritorio con colores más vivos que el marrón chocolate ese que trae. Lo cogí de la genial compilación que AlexZelder tiene en su blog.

En definitiva, el aspecto original de Ubuntu es éste:
Y después de un par de apaños, el mío se ve así:
Creo que hay una mejora considerable.

No hay comentarios: